Cigronet de l'Anoia

El cigronet (garbancito) de l’Anoia es una legumbre que, después de prácticamente desaparecer, ha podido recuperarse gracias a las técnicas y la delicadeza de los agricultores de la comarca, que han podido recuperar su cultivo. De tamaño pequeño, piel lisa y textura untuosa, es rico en aminoácidos y minerales y no tiene colesterol. 

Al tener una textura poco harinosa, puede combinarse con otros productos, como el pescado y la carne, para preparar estofados, aprovechando su capacidad de resistir muy bien las cocciones largas sin perder la piel ni deshacerse. 

Para conservarlo hay que guardarlo en la nevera, en una bolsa de plástico. También puede hacerse conserva en salmuera, una vez pelado y hervido.

Imatge

El garbanzo, una vez cocido, puede conservarse muy bien congelado, tanto si solo se ha hervido como si ha sobrado alguna ración del guiso que se haya hecho. Otra forma de conservarlo en el congelador, si se quiere que no ocupe espacio, es convertirlo en un hummus y congelarlo ya hecho y en porciones para sacar cuando se tengan que utilizar.

Otra posibilidad, si se tienen restos de garbanzos cocidos, es añadirlos en ensaladas, arroces o en una sopa o miso. Y si se tienen restos de diferentes legumbres, puede hacerse una sopa de legumbres con verduras. Se saltean las verduras 5 minutos con aceite caliente en una cazuela y se añaden las legumbres. Se cubre con caldo y se añaden hierbas tipo romero, tomillo, salvia y laurel. Se deja cocer a fuego lento durante unos 50 minutos o 1 hora.