Pescado de descarte

Las redes de pesca de arrastre atrapan todos los seres vivos que encuentran, pero muchos de ellos no tienen interés comercial, y se calcula que un 50 % de lo que se pesca con esta práctica se devuelve al mar, muerto. Por lo tanto, la pesca de arrastre supone un despilfarro natural y económico y pone en peligro la continuidad de la vida en los océanos.

Por otra parte, por desconocimiento, muchas personas hacen un consumo poco diversificado del pescado, provocando una carga de pesca siempre sobre las mismas especies y fomentando el rechazo de aquellas que, por falta de información, tienen poco valor de mercado.

Imatge
  • Algunas de las especies de las que hablamos son la brótola, el besugo blanco, la rata, el sargo picudo, la araña de cabeza negra, el cabete, el garneo... Se trata de pescado 100 % de proximidad, local, que viene de nuestras lonjas y que es mucho más fresco y nutritivo que otro pescado importado.

  • Fomentando el consumo de este pescado no solo conseguimos ayudar al tejido de pescadores de nuestro país, sino que ayudamos a conseguir un comercio más justo y a disminuir la presión sobre nuestros mares.

  • El valor nutricional del pescado puede variar tanto en función de la especie como de la época de captura, si hablamos de pescado salvaje, como es el caso. 

    El nutriente más variable son las grasas. Así, la diferencia entre el pescado magro o blanco respecto del azul o graso puede ser de 70 a 200 kcal por cada 100 gramos, e incluso puede variar dentro de la misma especie, en función de la edad y de la época de pesca. 

    Por lo tanto, cuando hablamos del valor nutricional del pescado tenemos que destacar la aportación de proteínas de buena calidad y del mejor perfil de grasas. Es fuente de ácidos grasos esenciales del tipo omega 3, que ayudan a prevenir las enfermedades cardiovasculares. Además, aporta vitaminas del grupo B y vitaminas A y D y es rico en minerales, como hierro, yodo, fósforo, etc.

  • Dos formas de cocinar el pescado de descarte

    • Sopa y caldo de pescado: se trata de pescado muy sabroso que puede servirnos para hacer una sopa o preparar un caldo de pescado.
    • Fritura: es fácil de enharinar y freír. Tiene mucho sabor y textura, pero en algunas especies, como la rata y la araña, hay que vigilar y retirar la aleta dorsal, ya que pincha mucho. El pescadero será el mejor consejero.

            

  • Pescado comestible que se tira al mar antes de llegar a puerto, ya que se trata de ejemplares sin valor comercial, muchas veces debido al poco conocimiento o costumbre que tenemos de consumirlo. Chefs y universidades trabajan para revalorizar este pescado, y, como personas consumidoras de pescado, os animamos a ser más atrevidas y optar por este pescado menos conocido, que os aportará buenos nutrientes, sabores y aromas intensos de mar. Lo más fácil es hacer un caldo de pescado (con espinas, piel y cabezas o los peces enteros si son pequeños) con restos de verduras y laurel (después se pasa por el chino), que se puede servir como sopa con arroz o utilizarse como una deliciosa base para preparar una crema, un risotto de marisco o una salsa.