Barcelona impulsa la alimentación sostenible en su agenda
El despliegue de la Estrategia de Alimentación Saludable y Sostenible 2030 se convierte en una herramienta fundamental para transformar la economía, el territorio y los hábitos alimentarios en los próximos años.
El plan Barcelona Impulsa es la agenda económica de la ciudad hasta el 2035. Con una aportación económica de 890 millones de euros hasta el 2027, el plan desplegará un conjunto de acciones para transformar el modelo productivo, generar empleo de calidad y reforzar sectores estratégicos con una visión cohesionadora, justa y sostenible. En este marco, la alimentación sostenible se convierte en un ámbito de actuación con potencial económico, social y ambiental.
Tenemos una estrategia que se está desplegando
Entre las acciones más destacadas del plan está el despliegue de la Estrategia de Alimentación Saludable y Sostenible Barcelona 2030 (EASSB 2030), que se lleva a cabo en colaboración con los agentes del sistema alimentario local.
Actualmente se han activado varios grupos de trabajo con líneas temáticas concretas, como la lucha contra el despilfarro de alimentos o la promoción del producto ecológico y de proximidad en los mercados municipales. Estos espacios de trabajo colaborativo están facilitando definir acciones compartidas y realistas para afrontar los retos de un sistema alimentario en transformación.
Proyectos que conectan salud, territorio y economía
Varias iniciativas ya son una realidad y contribuyen activamente al despliegue de la estrategia. Una de las más significativas es Terra Pagesa, un centro de intercambio alimentario que conecta a productores con comerciantes y restauradores. El proyecto es una clara apuesta para reforzar el primer sector y garantizar alimentos locales y frescos para toda la cadena de distribución.
También está la Oficina Conjunta de la Alimentación Sostenible (OCAS), un espacio de coordinación entre administraciones que impulsa políticas públicas de alimentación saludable, sostenible y justa. Esta oficina es clave para desplegar nuevos proyectos y acciones de sensibilización en el territorio.
Otro ejemplo es la fiesta anual Terra i Gust, que muestra cómo Barcelona celebra y promueve la alimentación sostenible a través de eventos abiertos a la ciudadanía. En este marco, se pone en valor la cocina de proximidad y la tarea de pequeños productores y elaboradores, coincidiendo con las Fiestas de La Mercè.
Hacia una alimentación más verde y consciente
Los mercados y los centros educativos son dos puntos clave para la transformación del modelo alimentario. Por ello, el plan también refuerza programas como Comercio Verde, que impulsa la venta de productos ecológicos y de proximidad en los mercados municipales, así como iniciativas que acercan estos espacios a la ciudadanía, como Mercat de Mercats, el ciclo de ‘showcookings’ Mercados de tenedor, las catas Tasta’m y Tasta Lleida o las Aulas de Cocina, entre otras.
En cuanto a los centros educativos, a través del programa Comedores más sanos y sostenibles, que ofrece materiales pedagógicos, comunicativos y formativos, se quiere hacer de la alimentación un eje de salud, sostenibilidad y aprendizaje. Más allá de los menús, se trabaja para despertar conciencia entre niños y niñas y jóvenes, conectando lo que comen con el planeta, el territorio y su propia salud.
Este enfoque integral –desde el campo hasta el plato, pasando por el aula y el mercado– refleja una ciudad que entiende la alimentación como una poderosa herramienta de cambio. Barcelona apuesta por una alimentación con valores, arraigada y con futuro.