En Barcelona, los huertos urbanos reflexionan sobre una nueva cultura del agua

El encuentro pone sobre la mesa los retos de futuro de los huertos de la ciudad, como la reutilización de agua o la gobernanza del agua. También reivindica su papel como laboratorios de resiliencia que pueden liderar un cambio hacia una nueva cultura del agua.

L'Hort del Mercat (Mercat de la Vall d'Hebron - Taxonera)
12/05/2025 - 14:55 h - Ayuntamiento

El pasado 24 de marzo, el espacio Agròpolis reunió en el Centro Cívico Vil·la Florida a cerca de una veintena de hortelanas y hortelanos de Barcelona para reflexionar sobre el papel de los huertos urbanos en la gestión del agua.

La jornada, enmarcada en la iniciativa intercooperativa Agròpolis, puso de relieve cómo estos espacios sirven de laboratorios de resiliencia, donde experimentar y compartir soluciones ante episodios de sequía.

Soluciones innovadoras para regar en tiempos difíciles

Durante la sesión, las participantes expusieron prácticas desarrolladas durante la última crisis hídrica: aplicación de acolchados con materiales orgánicos para reducir la evaporación; creación de sombras con mallas y vegetación; construcción de ‘wicking beds’ y bancales con mayor retención de humedad, y capturas de aguas pluviales y grises para la reutilización en regadío. Estos ejemplos evidencian la capacidad de adaptación y la creatividad colectiva de la comunidad hortelana.

Reconocimiento en el Parlamento y retos futuros

La movilización del sector llevó al Parlamento de Cataluña a aprobar en febrero del 2024 una resolución que instaba al Gobierno a reconocer los huertos como refugios climáticos y otorgarles un estatus especial en momentos de restricciones hídricas. Sin embargo, las participantes subrayaron mejoras a tener en cuenta:

  • Reivindicar un marco normativo claro, donde se definan protocolos y se flexibilice la acumulación y el reaprovechamiento de aguas no convencionales.
  • Poner en valor los servicios ecosistémicos de los huertos urbanos y que no vuelvan a considerarse como un uso recreativo, quizás impulsando un Estatuto del Verde Urbano que reconozca todos los beneficios que tienen estos espacios para la ciudadanía.
  • Que los huertos puedan ser el germen de comunidades hídricas, proyectos de recuperación de agua de instalaciones y edificios cercanos que permitan una gestión más sostenible de la ciudad.
  • Mejorar el uso del agua de los huertos a través de la figura del gestor del riego, responsables con formación y con acceso a técnicas modernas.
  • Impulsarlos como recursos de educación ambiental para fomentar una nueva cultura del agua, con una oferta de actividades abierta a la ciudadanía.
  • Disponer de información real de los consumos de agua, instalando contadores o simplemente accediendo a datos reales para optimizar el uso del agua.

Espacios de educación ambiental y transformación social

Además de la gestión hídrica, el encuentro puso en valor el potencial educativo de los huertos urbanos, que durante la sequía organizaron talleres y comisiones de agua abiertas a la ciudadanía. Estos espacios se convierten así en puntos de sensibilización y aprendizaje sobre el ciclo del agua y las prácticas sostenibles.

La jornada finalizó con una consigna clara y compartida: “Hagamos crecer ideas. Reguemos conciencia”. Los huertos urbanos son mucho más que espacios de cultivo. Son una herramienta viva de transformación, y una oportunidad para repensar cómo cuidamos los recursos comunes en la ciudad.

Finalmente, las conclusiones de la jornada se han recogido en un documento, para que técnicos y la comunidad hortelana puedan usar esta guía en futuras iniciativas.