El chef Artur Martínez, L’Olivera y Mescladís, premios a la Responsabilidad Gastronómica en Terra i Gust
En el marco de la Fiesta de la Alimentación Sostenible, Slow Food Barcelona otorga los III Premios a la Responsabilidad Gastronómica a la cocina, la producción y la iniciativa más responsables.
Durante la primera jornada de Terra i Gust, la Fiesta de la Alimentación Sostenible, y solo dos horas después de que se abrieran las puertas del parque de la Ciutadella, tuvo lugar uno de los platos fuertes del evento: la entrega de los III Premios a la Responsabilidad Gastronómica de Slow Food Barcelona, un reconocimiento a personas, colectivos e iniciativas que contribuyen a la protección medioambiental, la sostenibilidad y la alimentación saludable.
En la edición de este año, los tres galardones han sido para el chef del restaurante Aürt, Artur Martínez, la Cooperativa L’Olivera y la Fundació Ciutadania Multicultural-Mescladís (FCM). Daniele Rossi, cofundador del movimiento de la cocina con calma (slow food) en Barcelona, y Francesc Povedano, en representación de la Concejalía de Promoción Económica y Trabajo del Ayuntamiento de Barcelona, fueron los encargados de entregar los premios.
Artur Martínez, premio a la cocina responsable
El actual chef del restaurante con una estrella Michelin Aürt ha sido reconocido por defender y divulgar un discurso propio y auténtico, basado en los valores del movimiento de la cocina con calma.
Aürt es un golpe, un choque brusco, y describe exactamente lo que Martínez promueve a través de su cocina: sorprender al cliente con lo que lo rodea y que desconoce, o que conoce, pero cuyas posibilidades desconoce. Es lo que se conoce como el exotismo de la proximidad.
El jurado también destaca que su compromiso con la sostenibilidad y el impulso a una cocina consciente hacen que su trabajo sea un ejemplo inspirador de cómo la alta cocina se puede alinear con los principios de la cocina con calma.
L’Olivera, premio a la producción responsable
Este 2024 celebran su 50 aniversario con la misma filosofía con la que se impulsó el proyecto: cultivar la viña y el olivo y elaborar vinos y aceites ecológicos, con un proyecto a escala humana que ponga en el centro a las personas.
Este es el motivo por el que el jurado ha decidido reconocer su dedicación durante todos estos años: ha valorado que su enfoque en la agricultura ecológica, el respeto por el medio ambiente y el apoyo a la economía local reflejan un compromiso genuino con la sostenibilidad y la justicia alimentaria.
La Cooperativa L’Olivera se alinea plenamente con la misión de la cocina con calma de dar valor a los alimentos buenos, limpios y justos.
Mescladís, premio a la mejor iniciativa responsable
Finalmente, se ha premiado a Mescladís, una entidad de la ciudad con una larga trayectoria educativa y de lucha por la inclusión social y laboral de personas en situación de vulnerabilidad, especialmente migrantes, en el sector de la hostelería.
Para el jurado, Mescladís ha demostrado sobradamente que la innovación y la dedicación pueden ayudar a superar las barreras que impiden el acceso equitativo al trabajo. También ha valorado que con su labor contribuye significativamente a la creación de una sociedad más inclusiva y justa, donde todo el mundo tiene la oportunidad de contribuir y prosperar.
El movimiento de la cocina con calma en la ciudad
Fundada en el 2005 como movimiento local a partir de las premisas de la organización internacional, Slow Food Barcelona es una referencia en Barcelona en trabajar la ecogastronomía para unir la cultura gastronómica y la ecología y promover la defensa de la biodiversidad agroalimentaria local y la preservación del medio rural y marino.