Alimentación Sostenible

Las escuelas, y en particular los comedores escolares, juegan un rol importante en la alimentación de niños, niñas y adolescentes, no solo garantizándoles el acceso a una alimentación saludable y sostenible, sino como una herramienta de aprendizaje y formación, y como nexo de unión de toda la comunidad educativa: profesionales, alumnado y familias. Con esta premisa, se puso en marcha en el 2020 el programa “Comedores más sanos y sostenibles”, una iniciativa para promover una alimentación infantil más equilibrada, saludable y sostenible tanto en la escuela como en casa, que se desarrolla conjuntamente entre la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB), el Ayuntamiento de Barcelona y el Consorcio de Educación de Barcelona.

Hoy, en el programa participan 31 centros educativos y se benefician más de 15.000 alumnos y alumnas que utilizan el servicio del comedor. En estos centros, los menús incluyen menos carne roja o procesada y más proteína de origen vegetal, más ensalada en la guarnición y fruta fresca en los postres, y priorizan el uso del aceite de oliva para aliñar y cocinar y los productos integrales. También promueven los productos de proximidad y de temporada y, en la medida de lo posible, ecológicos.

Cambiar, todo un reto

Para los centros, los cambios pueden ser positivos, pero no siempre son fáciles. “Buscar un menú que le guste a todo el mundo o que a todo el mundo le vaya bien es complicado, sobre todo reducir la proteína de origen animal y poner más proteína de origen vegetal, en especial, entre el alumnado de secundaria. Pero, poco a poco, tenemos que intentar ir revirtiéndolo y, si hay que dar pequeños pasos atrás y hacer alguna concesión, lo hacemos, pero para seguir yendo adelante”, explican desde el Instituto Escuela Costa i Llobera durante la jornada del programa “Comedores más sanos y sostenibles”.

Desde el centro, también valoran que, más allá de los menús, también hacen recomendaciones de las cenas e informan a las familias sobre cuáles son los productos de proximidad y los productos de temporada.

Este centro de Barcelona, el primer instituto escuela público de Cataluña, ofrece más de ochocientos menús cada día.

El acompañamiento a los centros

Los centros educativos que deciden dar el paso e implementar estos menús ecosostenibles no están solos. Reciben el acompañamiento de la ASPB para su implementación y, en colaboración con el equipo de la sección de políticas alimentarias urbanas de la Dirección de Economía Social y Solidaria y Alimentación Sostenible del Ayuntamiento de Barcelona, se proporciona asesoramiento y formación tanto al profesorado y dirección como a las empresas de monitorización y restauración y a las familias. También se han diseñado y elaborado materiales divulgativos para los centros y las familias.

“El cambio de comedor saludable es posible y necesario, pero es importante que la escuela que quiere hacer este cambio busque asesoramiento previo para garantizar la viabilidad”, recomiendan desde Ecoarrels, que actualmente ofrecen servicio de comedor escolar agroecológico y de proximidad a 14 escuelas y 3.500 menús al día, en el Barcelonès, el Maresme, Osona y el Tarragonès.

Conclusiones de la jornada

La jornada, que reunió a un centenar de personas representantes de la comunidad educativa de centros de Barcelona y de administraciones, sirvió para presentar los resultados obtenidos desde la puesta en marcha del programa, pero también para debatir en torno a los cuatro retos que plantea la iniciativa: la viabilidad de la gestión de comedor, el incremento de la proteína de origen vegetal, los productos de proximidad, frescos y ecológicos y, para acabar, la participación de la comunidad educativa y comisión de comedor.

De las diferentes intervenciones destacan las siguientes conclusiones:

• Es importante planificar a largo plazo las necesidades y el abastecimiento de los alimentos para abaratar costes y mejorar el abastecimiento y la relación directa con el campo.
• Hay que apostar por el campo y ponerlo en valor, garantizando la compra de la cosecha; también, organizando visitas a las fincas y, sobre todo, haciendo pedagogía en toda la comunidad educativa y en la sociedad en general.
• Hay que promover la compra colectiva desde la Administración, con la creación de una normativa que favorezca este modelo de comedor.
• Es recomendable establecer auditorías de la gestión de los comedores, tanto por temas de regulación como de transparencia.
• Es necesario una implicación real de toda la comunidad educativa. Para conseguirlo hay que crear una red de apoyo entre toda la comunidad educativa, e incluir también al sector agrario.
• Es recomendable mantener este tipo de encuentro para compartir experiencias, retos, resolver dudas, etc.
• Es necesario disponer de recursos para formaciones.
• Hay que impulsar formaciones participativas y dinámicas para toda la comunidad educativa, también para las familias, en especial culinarias.

Herramientas para llevarse a casa

Como resultado de las dinámicas de trabajo salieron algunas propuestas, por ejemplo, cómo conseguir también meriendas saludables, el papel de las comisiones de comedor, la duda de priorizar lo ecológico o la proximidad, cómo hacer cambios en los menús y que sean aceptados o cómo promover el consumo de legumbres.

Finalmente, el encuentro acabó con una comida, que incluyó la presentación de un menú, de la mano de la red Chef 2030 (cocineros y cocineras que trabajan en los centros educativos), reforzando los criterios que se defienden desde el programa.