Agrohackató 2025: alianzas transformadoras para una alimentación más justa y sostenible

Se propusieron iniciativas en torno a la agricultura urbana, el aprovechamiento alimentario, las cocinas comunitarias, los circuitos cortos y el derecho a la alimentación en los barrios, que centraron los debates y las propuestas de colaboración.

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21/05/2025 - 16:49 h - Comercio y mercados

El espacio Agròpolis del Ayuntamiento de Barcelona volvió a convocar una jornada de debate agroalimentario local con la celebración de Agrohackató 2025, un encuentro participativo que reunió a una cincuentena de representantes de entidades con proyectos innovadores para buscar sinergias y alianzas que impulsen una alimentación más saludable, justa y sostenible.

El Centro Cívico Convent de Sant Agustí fue el espacio del evento, celebrado el viernes 16 de mayo con la participación de una treintena de organizaciones adheridas a la red Agròpolis, de entre las cuales 11 presentaron proyectos en fase de ideación o de desarrollo, en busca de colaboraciones, apoyo técnico o alianzas estratégicas.

Como explica Ludovic Nau, técnico del Ayuntamiento, “hay entidades que quizás están trabajando en lo mismo y no lo saben, y, así, desde el conocimiento, buscamos que se sumen para escalar y multiplicar su impacto”.

En el transcurso de la mañana, Martin Habiague, director de Mescladís, presentó este inspirador proyecto de inclusión social y laboral de personas migrantes a través de la gastronomía y la sostenibilidad. Después, las asistentes a la jornada pasearon por las calles del barrio de Santa Caterina i la Ribera para desayunar en el Mescladís del Pou, y tener un espacio informal de encuentro y relación.

Tras la pausa, las entidades se agruparon en mesas temáticas para promover el debate y la colaboración a partir de los proyectos que se habían explicado: agricultura urbana, circuitos cortos, cocinas comunitarias y desperdicio alimentario y, finalmente, el derecho a la alimentación en los barrios.

Agricultura urbana y redes de apoyo en los barrios

Los retos principales que el grupo de agricultura urbana identificó, a partir de la presentación del proyecto del Hort del Clot, son la sostenibilidad a largo plazo de los proyectos y la conexión con el barrio. Se habló de la necesidad de documentar los procesos para poder replicar el modelo en otras zonas de la ciudad y de participar en eventos locales para aumentar su visibilidad. Además, se exploraron alianzas con otros huertos consolidados y entidades locales.

Por su parte, el grupo que debatió sobre el derecho a la alimentación en los barrios puso el foco en las redes de apoyo vecinal como herramienta para garantizar el derecho a una alimentación digna, especialmente ante emergencias climáticas o sociales. A partir de la propuesta de difundir el documental ‘Alimentando Redes’, se propuso realizar una diagnosis participativa del sistema alimentario en los barrios que ayude a identificar actores y necesidades para crear estrategias colectivas.

Optimizar los recursos para la distribución y para hacer frente al desperdicio

Otro grupo se centró en cómo hacer llegar el producto local a la ciudad sin aumentar el coste final. Se propusieron modelos de logística compartida, la incorporación de productos de proximidad en tiendas urbanas y la generación de confianza entre productores y comerciantes para facilitar la inserción de nuevos productos en canales estables.

El último grupo abordó el desperdicio alimentario a partir del potencial transformador de las cocinas comunitarias, planteándolas como centros de educación alimentaria, dignificación social y reducción de residuos. Se habló de recuperar alimentos de comedores escolares o mercados, transformarlos y repartirlos entre vecinos en situación vulnerable, cerrando el círculo con el compostaje.

Una intercooperación sostenida en el tiempo

Agrohackató no fue solo un espacio de diagnosis y exposición, sino una jornada de trabajo real, de conexión entre agentes diversos que quieren transformar el sistema alimentario desde los barrios. Como remarca Ludovic Nau, “el objetivo es que se conozcan entre ellos, hacer red, hacer piña y sembrar semillas de nuevos proyectos”.

Esta jornada forma parte de la estrategia del Ayuntamiento de Barcelona para fomentar una nueva cultura alimentaria basada en la justicia social, la sostenibilidad y la soberanía alimentaria. Desde Agròpolis se anunció la voluntad de dar continuidad a las iniciativas surgidas, realizar un seguimiento y ofrecer apoyo técnico para el impulso inicial de los grupos de trabajo.

Agrohackató 2025 deja un legado de propuestas, contactos y sinergias que ya están empezando a tomar forma con otros proyectos surgidos de ediciones anteriores. Más allá de un evento puntual, representa un espacio vivo de cooperación y construcción colectiva, donde las ideas se convierten en proyectos y los proyectos en alianzas reales.

Con este impulso, Barcelona continúa caminando hacia un modelo alimentario más resiliente, agroecológico y comunitario, donde el derecho a la alimentación y la sostenibilidad dejen de ser ideales y se conviertan en prácticas cotidianas.

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