"En 2021 pondremos la alimentación sostenible en el centro de la agenda política"

Entrevista con Amaranta Herrero Cabrejas, coordinadora estratégica del Proyecto Barcelona Capital Mundial de la Alimentación Sostenible 2021.

..
16/11/2020 - 16:41 h

¿Qué quiere decir que Barcelona será la Capital Mundial de la Alimentación Sostenible el 2021?

Quiere decir que poner me en el centro de la agenda pública, política y mediática, la temática de la alimentación sostenible. Se desplegarán los más de 90 proyectos de políticas alimentarias que estamos trabajando con todas las áreas del Ayuntamiento, se organizarán actividades culturales en toda la ciudad y, sobre todo, acogeremos el 7º Foro Global de Ciudades del Pacto de Política Alimentaria Urbana de Milán. Este pacto, creado el 2015, es el primer tratado internacional de ciudades que se comprometen a desarrollar e impulsar sistemas alimentarios justos, sanos, sostenibles y resilientes desde las ciudades. Barcelona fue una de las primeras firmantes y, ahora mismo, hay 210 ciudades de todo el mundo. Además, durante el 2021 se quiere activar un proceso de construcción de una estrategia alimentaria, con horizonte 2030, que sea una hoja de ruta a seguir en materia de política alimentaria urbana los 10 próximos años.

Todo esto, es el proyecto de Capital Mundial de la Alimentación Sostenible.

¿Cómo se decidió hacer el VII Foro en la ciudad?

Las ciudades firmantes del pacto c ada año se encuentran en una ciudad del mundo : Milán, Valencia, Tel’Aviv , Montpellier… y fue precisamente en la última, en 2019, que Barcelona envió la candidatura por el 2021. Este año, 2020, debía ser en Mérida, México pero por la Covid al final se canceló. Esto quiere decir que Barcelona será el próximo encuentro de este Foro Global desde la pandemia .

Cada año, la candidatura se centra en una temática específica, y la de Barcelona se basa en el nexo entre alimentación y crisis climática.

¿Por qué este nexo? ¿Qué tiene que ver la alimentación y la crisis climática?

El modelo alimentario es responsable de entre el 21 y el 37% de las emisiones de efecto invernadero. Qualquier lucha eficaz y creíble para afrontar la emergencia climática pasa necesariamente por una transformación profunda del sistema alimentario dominante. Este es uno de los tres pilares que nosotros más trabajamos sobre la alimentación sostenible.

Además, el encuentro tendrá lugar justo diez días antes de la Cumbre de Cambio Climático de las Naciones Unidas en Glasgow en noviembre del 2021, que es una cumbre de Jefes de Estado que será trascendental para definir el futuro de la h humanidad ante el reto de la emergencia climática. La cumbre de Barcelona quiere ser un trampolín que de visbilidad tanto al nexo entre alimentación y crisis climática, como al papel de las ciudades.

¿Qué impacto tiene la Covid-19 en materia de alimentación sostenible?

La Covid-19 nos está dejando importantes aprendizajes a muchos niveles, también en relación con la alimentación. Aunque no ha habido problemas de abastecimiento alimentarios generales, las restricciones de movimiento han generado una serie de perturbaciones que han puesto a prueba la resistencia de las cadenas de suministro de alimentos locales, regionales y globales. Ha habido incidencias en cuanto a cosechas que no han podido ser recogidas porque no podían llegar a los temporeros; cuando han podido ir, los temporeros, sus condiciones de vida, en las que se desarrollaba su trabajo, los ha puesto en riesgo de Covid-19, entre otros peligros.

La Covid-19 ha mostrado, con una serie de indicadores, las vulnerabilidades sociales y personales, la interdependencia entre las sociedades y la naturaleza y la necesidad de repensar y transformar el sistema alimentario globalizado dominante.

Comentas que éste es uno de los tres pilares de la alimentación sostenible. ¿Cuáles serían los otros dos?

El segundo sería la promoción de dietas saludables, pues hay una fuerte vinculación entre mala alimentación y mala salud. Apostar por dietas de alimentación sostenible es también apostar por dietas de alimentación saludable, y que sean accesibles para todo el mundo. Y el tercero es considerar la alimentación sostenible como un elemento para generar oportunidades económicas específicas, sobre todo por el sector de comercio de proximidad, el pequeño comercio, la restauración, los mercados municipales y, también, para la payesía local catalana.

¿Cómo se aterriza estos tres pilares en el día a día?

Se trabaja en seis ejes estratégicos, y a partir de aquí promovemos proyectos específicos.

Por ejemplo, el primero es precisamente la promoción de dietas saludables, sostenibles y accesibles para toda la ciudadanía. En este eje trabajomos sobre la instrucción alimentaria de compra pública: es decir, incorporar criterios ecológicos y de proximidad con todo lo que tiene que ver con la compra pública. Por otra parte, se trabaja junto con el Consorcio de Educación y la Agencia de Salud Pública de Barcelona para que las escuelas de la ciudad incluyan también criterios de alimentación sostenible en cuanto a proteína vegetal, producto ecológico, de proximidad e, incluso, de pesca sostenible.

El segundo eje que trabajamos es el de promoción de alimentación de proximidad, ecológica y de circuitos cortos. Uno de los proyectos es la activación de la nave de producto ecológico en Mercabarna (Biomarket), donde mayoristas y productores pueden vender productos ecológicos. Otro proyecto apoyará paradistas de mercados así como el comercio de proximidad para poder hacer una apuesta por los alimentos sostenibles. Un tercer proyecto que estamos trabajando con Unió de Pagesos en Mercabarna es una plataforma logística y comercial para facilitar que los agricultores de la región metropolitana de Barcelona y de Cataluña, sobre todo, puedan vender a minoristas. Es decir los Mercados Municipales, la restauración, el pequeño comercio de la ciudad, los mayoristas … trabajando juntos para acercar la alimentación sostenible en la ciudad.

¿Qué relación existe entre la alimentación sostenible, la crisis climática y la economía social y solidaria?

Hay vínculos muy espontáneos y unas sinergias muy obvias entre la Economía Social y Solidaria y el impulso de la Alimentación Sostenible. Una parte significativa de las empresas de la ESS se dedica a temas alimentarios y ya incluye la alimentación sostenible. Además, cuando hablamos de alimentación sostenible hablamos de una alimentación justa, sana y sostenible. Y dentro de la dimensión de la justicia también se incluyen concepciones de relaciones laborales, que sean más justas y garanticen precios dignos tanto a los productores como a los cooperativistas .

La ESS sería como un punto de partida muy alineado en esta dimensión de buscar relaciones más justas en el ámbito laboral.

¿Y cuál crees que sería el siguiente paso?

Dentro de la ESS y la alimentación sostenible creo que es la escalabilidad. Es hacer que este modelo justo pueda dar respuestas a gran escala. Muchas han comenzado este camino y están pensando en estos términos, pero sigue siendo uno de los aspectos que necesita ser trabajado un poco más.